¿Cómo condiciona el mar la identidad de un lugar? ¿Por qué sentimos su presencia inabarcable e hipnótica? ¿Qué hace el mar con nosotros? ¿Qué tienen que ver todas estas preguntas con la fotografía?En lo que será una experiencia única, la residencia LA MESA DEL MAR se llevará a cabo durante cinco días de agosto en Pichilemu, localidad costera de la Sexta Región. Durante este periodo de invierno, ocho participantes convivirán y participarán en una serie de ejercicios fotográficos que buscan poner en duda todos los cimientos sobre los que construimos habitualmente nuestras seguridades a la hora de fotografiar. Los ejercicios se denominan extremos porque conllevan una toma de riesgo (un esfuerzo físico y mental para sobrevivir a un naufragio) y un cuestionamiento permanente (el fotógrafo que quiero ser me impide ser el fotógrafo que realmente soy). Exigen, por lo tanto, de una implicación máxima y un compromiso absoluto de los asistentes. El grupo trabajará a partir de un propósito diario que se articulará como una experiencia cuyos resultados serán evaluados al final de la jornada.  Esta dinámica interactiva dará cabida a las inquietudes individuales para armarse posteriormente en un discurso colectivo que se materializará físicamente en forma de una publicación.  La experiencia invita a volver a fascinarse cuando la fotografía fija lo que está en eterno movimiento.